En primer lugar, nadie puede negar el testimonio personal de sus experiencias con Dios. Al compartir su historia sobre cómo Dios trabajó en su vida, no se puede negar.

Apocalipsis 12:11, “Ellos triunfaron sobre él por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio; no amaban tanto sus vidas como para rehuir la muerte ".

Muchas veces no nos dimos cuenta de la importancia o el poder de un testimonio. Si usted es como la mayoría de nosotros, no sabemos por dónde empezar cuando se trata de compartir nuestro testimonio.

Leer Hechos 26: 1-32

El apóstol Pablo da su testimonio personal ante el rey Agripa. Cuenta su vida antes de su conversión en el camino a Damasco cuando perseguía a los seguidores del Camino. A continuación, Pablo describe en detalle su encuentro milagroso con Jesús y su llamado a servir a Cristo como apóstol. Luego continúa contando de su nueva vida después de volverse a Dios.

Lo primero que debes hacer es orar y pedirle a Dios que te ayude a compartir lo que Él quiere que incluyas.

Luego, miremos el testimonio del apóstol Pablo y consideremos lo siguiente cuando se trata de escribir el testimonio de uno:

• Piense en su vida antes de conocer al Señor. ¿Qué estaba pasando en tu vida antes de tu conversión?

• ¿Qué problemas o necesidades enfrentaba en ese momento?

• ¿Cómo cambió tu vida después de eso? Un enfoque de tres puntos es muy eficaz para comunicar su testimonio personal. Este bosquejo se enfoca en antes de confiar en Cristo, cómo te entregaste a él y la diferencia desde que has estado caminando con él.

Recuerde que la única razón de compartir su testimonio es señalar a las personas a Cristo. Aquí hay algunos pasos sencillos mientras ora y piensa en su historia.

• Manténgalo simple y al grano. Su conversión y nueva vida en Cristo deben ser los puntos principales.

• Se específico. Incluya eventos, sentimientos genuinos y percepciones personales que aclaren su punto principal. Esto hace que su testimonio sea tangible, algo con lo que otros pueden relacionarse.

• Se honesto. No exagere ni dramatice su vida para lograr un efecto. La simple verdad de lo que Dios ha hecho en tu vida es todo lo que el Espíritu Santo necesita para convencer a otros y convencerlos de su amor y gracia.

• Sea actual. Cuenta lo que está sucediendo en tu vida con Dios ahora, hoy.

Recuerda que estamos aquí hoy, porque compartí mi historia. Estaba nervioso y no conocía el poder detrás del testimonio hasta que comencé a compartirlo. Tienes una historia que también tiene poder.

Es hora de orar y pensar en la historia que hará que las personas regresen a Cristo. Nuestro mundo necesita testigos vivos de Cristo. Ahora no es el momento de ser pasivo.

Lea Hechos 26 para obtener inspiración sobre cómo escribir y compartir su testimonio.

Salmo 113 para la oración.